La primera edición de esta carrera por el entorno del Parque Marítimo fue ganada en su vertiente deportiva por Tomás Hernández y Teresa Linares
La Carnival Running 2014, la carrera popular en la que el único requisito es que sus corredores participen disfrazados, contó con unas 300 personas inscritas. Alrededor de las 12:00 horas de este sábado 1 de marzo, el entorno del Parque Marítimo se llenó de disfraces en una iniciativa planteada como experiencia dinámica y divertida para vivir en familia o con amigos.
Con este fin, los organizadores (liderados por José Ramallo, componente del grupo de humor canario El Supositorio) plantearon otorgar varios premios, no sólo a quienes ganasen la carrera. Los primeros en entrar por la meta tras dar tres vueltas a un circuito de 5 kilómetros entre el Auditorio y el Palmetum fueron Tomás Hernández, en la categoría masculina, con un tiempo de 18 minutos 34 segundos y Teresa Linares, en la femenina, que empleó 19 minutos y 52 segundos. Ambos recibieron un trofeo conmemorativo y un kilo de chicharros como premio.
Los mejores disfraces también fueron galardonados. El mejor disfraz individual fue para Jairo M. Ramos, que iba de Sombrerero Loco; mientras que en la categoría de grupos se premió, por un lado, a Roberto Cabrera y Alejandro Santana, disfrazados como Retretes; y, por otro, a Sandro Correa y Sergio Izquierdo, vestidos como una Cuadriga Romana. Todos recibieron un kilo de chicharros y un trofeo conmemorativo. Además, los organizadores quisieron premiar a la última persona en entrar con el galardón ‘Ponte a trabajar, gandul’, que recayó en Patricia Hernández.
A partir de ahora, queda abierto un concurso de fotografías a través del Facebook de Carnival Running. La foto seleccionada obtendrá un premio de 100 euros y el honor de ilustrar el cartel de la próxima edición de esta carrera.
Coorganizada por el Organismo Autónomo de Deportes (OAD) del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife con la colaboración del Organismo Autónomo de Fiestas y Actividades Recreativas, este evento se planteaba como un acto lúdico, una carrera festiva a la que la gente va a disfrutar, no a competir. La carrera de disfraces se incorpora este año a las actividades que Santa Cruz de Tenerife celebra durante su Carnaval, declarado de Interés Turístico Internacional.